Guante háptico inteligente te convierte en pianista y gamer experto con ayuda de la inteligencia artificial

Una de las principales razones por las que nos atrae la tecnología es su capacidad para facilitar y acelerar la realización de tareas. A medida que avanzamos, hemos sido capaces de automatizar ciertos procesos y dejar que las máquinas se encarguen de ellos, pero aún no hemos alcanzado un nivel de automatización total. Sin embargo, los últimos avances tecnológicos nos han permitido combinar diferentes tecnologías para ayudarnos en tareas complejas. Un ejemplo de esto es el desarrollo de un guante inteligente con retroalimentación táctil que facilita el aprendizaje de nuevas habilidades, como tocar el piano y jugar videojuegos.

A pesar de estar lejos del futuro que retratan las películas, series y libros, la humanidad sigue dando pequeños pasos hacia ese futuro a través de investigaciones y avances. Un ejemplo reciente es el guante inteligente háptico desarrollado por investigadores del MIT. A diferencia de otros guantes hápticos utilizados para la realidad virtual y el metaverso, este guante se considera una interfaz hombre-máquina (HMI) y permite a los usuarios aprender habilidades más rápidamente gracias a la inteligencia artificial (IA) y el aprendizaje automático.

El guante inteligente háptico se probó con un piano, usando una melodía ejecutada por un experto, y se convirtió en respuesta háptica a través de la IA. Posteriormente, un principiante utilizó los guantes y pudo aprender fácilmente la melodía gracias a las indicaciones proporcionadas por la retroalimentación háptica. Para ajustar el guante a cada individuo, teniendo en cuenta que cada persona percibe la retroalimentación háptica de manera diferente, se desarrolló un sistema de aprendizaje automático e IA que permite adaptar los guantes a cada usuario en aproximadamente 10 minutos.

El guante también fue probado en videojuegos, lo que permitió a los jugadores novatos obtener mejores resultados en juegos de ritmo y carreras. Además, se realizaron pruebas en dispositivos no humanos, como robots, que podían imitar los movimientos de los guantes hápticos a través de una conexión de video. Puedes encontrar más detalles sobre este fascinante desarrollo en el artículo completo publicado en Nature.