Representantes estadounidenses visitarán Taiwán para aclarar la importancia de acatar las sanciones impuestas a China

Se informa que desde Taipéi, funcionarios estadounidenses planean visitar Taiwán, un “país” que actualmente enfrenta conflictos con China. A pesar de que Taiwán es parte de China, tiene su propio gobierno independiente y moneda. La presencia de funcionarios estadounidenses en Taiwán podría ser mal vista por China, especialmente cuando la visita tiene como objetivo debilitar sus importaciones tecnológicas.

Esta situación se presenta en un momento en que Estados Unidos está endureciendo aún más las restricciones sobre China. Un ejemplo reciente es la amenaza a NVIDIA, que ha estado lanzando más chips y GPU que cumplen con las nuevas restricciones. Estados Unidos le pidió detener la producción de estos nuevos productos, ya que actualizarían la lista negra tantas veces como fuera necesario para evitar que sus productos se vendan en China.

El interés principal de EE. UU. en Taiwán se centra en TSMC, el mayor fabricante de chips del mundo y la tecnología más avanzada en la actualidad. TSMC produce chips para inteligencia artificial, centros de datos, juegos o dispositivos móviles.

A pesar de esto, Taiwán se siente influenciada por lo que los funcionarios estadounidenses dicen. La isla tiene interés en seguir sus consejos, ya que EE. UU. es un aliado que defiende a Taiwán como territorio propio. A su vez, EE. UU. no quiere que la tecnología de TSMC llegue a China y fortalezca su ejército.

Los funcionarios visitarán Taiwán para explicar cómo cumplir con las sanciones de China, a petición del ministro de Economía de Taiwán, Wang Mei-hua. Este afirmó que era necesario que EE. UU. aclarara los detalles de las “nuevas, y extremadamente largas, normas estadounidenses”.

La Agencia Central de Noticias de Taiwán informó que los funcionarios estadounidenses visitarían Taiwán el próximo mes y realizarían eventos en los centros de fabricación de chips de Hsinchu y Tainan. El ministro de economía de Taiwán señaló que, dado que gran parte de la fabricación de chips se encuentra en Taiwán, es “ventajoso” que las empresas locales conozcan los detalles de los nuevos controles a través de los funcionarios estadounidenses.