Rusia adquiere procesadores chinos tras reanudar las exportaciones

En febrero de 2022, Rusia invadió Ucrania, lo que llevó a la guerra entre ambas naciones y sanciones contra Rusia. Muchas marcas y países se negaron a comerciar con Rusia, incluida China, que prohibió las exportaciones de sus procesadores al país, utilizados por el ejército ruso. Ahora que China ha levantado dicha prohibición, Rusia muestra interés en adquirir CPUs Loongson de la serie LS5000.

China y Rusia enfrentan situaciones similares debido a diferentes motivos. Rusia enfrenta restricciones y sanciones debido a su papel en la guerra, mientras que China ha sido bloqueada por Estados Unidos bajo acusaciones de espionaje, con Europa respaldando a EE. UU.

Con la ausencia de AMD e Intel (que dejaron de vender sus procesadores en Rusia), Rusia recurrió a alternativas chinas, como las CPU Loongson. A finales del año pasado, China prohibió la exportación de sus CPU Loongson con arquitectura LoongArch. Sin embargo, después de que Estados Unidos incluyera a las CPU chinas en su lista negra, China levantó la prohibición de exportación de procesadores, lo que permitió a Rusia aprovechar la oportunidad.

Dos empresas rusas, Norsi-Trans y Promobit, han adquirido procesadores Loongson serie 5000. Planean crear servidores y PC equipados con estos procesadores chinos. Norsi-Trans ha adquirido 100 CPU Loongson y planea incluirlos en el registro oficial de electrónica del país. Debido a las limitaciones de acceso a procesadores Intel y AMD, China ha surgido como una solución para Rusia.

A pesar de haber producido sus propios procesadores, como los Baikal BE-S1000 con hasta 48 núcleos Arm, el fabricante de estos se declaró en quiebra recientemente. Norsi-Trans también se ha asociado con un desarrollador de sistemas operativos, Basalt SPO, para adaptar el software a las CPU chinas. Con el levantamiento de las restricciones de exportación por parte de China, Rusia comienza a comprar CPU chinas.