Arabia Saudita apunta al trono de los videojuegos: invertirá 20,000 millones para desafiar a EE.UU. y Japón

A lo largo del mundo, existen países con diversas culturas y niveles económicos, algunos con mayor desigualdad social y otros con gran parte de la población disfrutando de un alto nivel de vida. Entre estos últimos se encuentra Arabia Saudí, país con una significativa proporción de ricos y una enorme capacidad para invertir en sus objetivos. Es por esto que su príncipe heredero, Mohamed Bin Salman, se ve a sí mismo como un protagonista en el mundo de los videojuegos y ha comenzado a invertir miles de millones para convertir al país en un centro mundial en este ámbito.

Los videojuegos se han convertido rápidamente en el sector que más ingresos genera en la industria del entretenimiento. Su crecimiento se debe en gran parte a los dispositivos móviles, que permiten jugar en cualquier momento y lugar. Las dos mayores potencias en el sector son sin duda Estados Unidos y Japón, aunque China también cuenta con numerosos estudios dedicados a la producción de videojuegos.

Arabia Saudí, uno de los países más ricos del planeta, ya ha invertido grandes sumas en los sectores deportivo y cinematográfico. Ahora, dirige su atención hacia los videojuegos, comenzando con la adquisición del desarrollador de juegos móviles Scopely por 4.900 millones de dólares. Además, ha comprado SL y Faceit, dos organizadores de eSports, por un valor de 1.500 millones de dólares.

El país busca organizar eventos y torneos para promover el crecimiento de los eSports. Arabia Saudí ha anunciado una inversión adicional de 13.000 millones de dólares para adquirir y desarrollar un “editor de juegos líder” en el mercado. Según Brian Ward, ex directivo de EA y Activision, Arabia Saudí aspira a convertirse en un líder mundial en el ámbito de los videojuegos y los eSports.

Con la disminución del impacto del COVID-19, los eventos deportivos y de videojuegos han ganado cada vez más popularidad. Las empresas saudíes pueden proporcionar la infraestructura necesaria para organizar eventos y torneos que atraigan a numerosos seguidores. Los videojuegos van en aumento y podrían llegar a superar a los deportes en términos de interés y ganancias.

En resumen, Arabia Saudí está dispuesta a invertir casi 20.000 millones de dólares para competir con potencias como Estados Unidos y Japón en la industria de los videojuegos. Se espera que el país aproveche su inmensa riqueza para publicitar y promover los videojuegos y eSports de manera significativa.