Descubre el secreto detrás de los SSD chinos a precios increíbles en Amazon y AliExpress

Probablemente hayas visto en algunas tiendas o mercados SSD extremadamente baratos de marcas desconocidas y fabricantes nunca antes escuchados. Estos productos atractivos tienen un precio ridiculamente bajo, lo cual puede ser tentador para quienes solo necesitan un mínimo de capacidad de almacenamiento. Entonces, ¿cómo es posible que fabricantes chinos vendan estos SSD a precios tan bajos? La respuesta está en las trampas que hacen.

El fenómeno llamado “binning” es una práctica común en el sector de los semiconductores. En este caso, los fabricantes chinos de SSD compran y utilizan chips negros o “Black chips”, los cuales son chips defectuosos que no cumplen con los estándares mínimos de calidad. Estos chips son colocados en productos nuevos, como los SSD chinos que compiten en precios bajos con otras marcas.

El problema con estos productos es que sus especificaciones, garantías y durabilidad están lejos de ser confiables. Para lograrlo, los fabricantes chinos pulen y realizan serigrafía en los chips NAND Flash defectuosos para eliminar el nombre del fabricante original, falsificando así la calidad del producto.

Una vez que los chips han sido manipulados, se sueldan en un PCB específico con una controladora defectuosa y se reduce su capacidad a la mitad. Además, se aplica un Overprovisioning excesivo para corregir la cantidad de sectores defectuosos, dando la apariencia de que el SSD funciona correctamente.

Sin embargo, debido a que los chips son defectuosos y su rendimiento es impulsado artificialmente, las celdas de almacenamiento se deterioran con el tiempo. A medida que las celdas de repuesto se agotan, aparecen los problemas, generalmente ya fuera del periodo de garantía.

Además, existe el mercado de segunda mano en el que se adquieren SSD rotos a precios muy bajos, se extraen y prueban los chips NAND Flash, y se sueldan a un PCB con una controladora y memoria caché para vender SSD más costosos. Incluso, actualizan el firmware de la controladora y borran toda la información para hacerlos parecer nuevos.

Estas prácticas permiten a los fabricantes chinos competir con precios bajos, pero a expensas de productos usados, reacondicionados o de mala calidad. Aunque algunos consumidores prefieren pagar poco y reemplazarlos cuando fallen, corren el riesgo de perder datos importantes cuando los SSD comiencen a fallar. La decisión de comprar estos productos de baja calidad es una especie de ruleta rusa para el usuario.